lunes, 20 de septiembre de 2010

Aprender a poner límites



NO
por Hugo Finkelstein

No es no
y hay una sola manera de decirlo.
No.

Sin admiración ni interrogantes, ni puntos suspensivos.

No, se dice de una sola manera.

Es corto, rápido, monocorde, sólido y escueto.
No.

Se dice de una sola vez.
No.

Con la misma entonación.
No.

Como un disco rayado.
No.

Un no que necesita de una larga caminata o
una reflexión en el jardín, no es NO.

Un no que necesita explicaciones y justificaciones
no es No.

No, tiene la brevedad de un segundo.

Es un no para el otro porque ya fue para uno mismo.

No es no, aquí y muy lejos de aquí.

No, no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas,
ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.

No, es el último acto de dignidad.

No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes. No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.

No es no, porque es No.

Cuando el no es no, se mira a los ojos y el no se descolgará naturalmente de los labios.

La voz del No, no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.

Ese No, no es una negación del pasado,
es una corrección del futuro.

Y sólo quien sabe decir No,
Puede decir Si.

4 comentarios:

  1. pork es tan dificl decirlo? me cuesta mucho y más con mis seres queridos, pork??'

    ResponderEliminar
  2. Hola Kairyu,

    La razón por la que nos cuesta poner límites es porque cuando sentimos afecto por una persona no deseamos lastimarla ni ofenderla y tampoco queremos que deje de amarnos por el límite que le ponemos. Al poner un límite estamos poniendo cierta distancia entre esa persona y nosotros, estamos levantando una barrera, pero el NO es amor. Decir NO, poner un límite es una forma de amar a los demás, y sobre todo, de amarnos a nosotros mismos. Es una manera saludable de establecer relaciones con otras personas. A veces, cuando una relación es muy disfuncional, si ponemos un límite, es posible que esa relación no saludable termine y eso es, en muchos casos, lo que tememos y la razón por la que nos resulta difícil poner límites.

    ResponderEliminar
  3. Mi más enhorabuena a este tributo del No. Soy terapeuta de pareja, pero antes persona y como todas, a veces un No a tiempo es fundamental. Pienso que no siempre se tiene la conciencia de conseguirlo, pero hay que estimular su uso cuando se siente que es No.
    Gracias por tu inspiración
    Saludos
    Pilar

    ResponderEliminar
  4. Que gran descubrimiento decir un NO a tiempo!!!Muy interesante la lectura, excelente homenaje al derecho de decir No me encantaaa!!!

    ResponderEliminar